Entre las grasas no poly saturadas , tres ácidos grasos son esenciales para el buen funcionamiento de nuestro metabolismo; se los llama por otra parte los Ácidos Grasos Esenciales (A.G.E.): Omega-3 (Ácido graso alfalinoleico), Omega-6 (Ácido graso linoleico) y Omega 9 (ácido oléico).
Estos tres ácidos grasos no sintetisados por el organismo deben ser aportados por la alimentación o la suplementacion alimenticia.
Estos tres A.G.E. deben equilibrarse en el organismo, ya que no tienen las mismas funciones.
La principal función de las grasas no poly saturadas es almacenar la energía aportada por los nutrimentos en el organismo. La membrana citoplásmica ("piel de célula") está formada por dos capas de ácido graso que garantizan su flexibilidad. Las células necesitan un equilibrio entre la estabilidad y la flexibilidad.
Los A.G.E. son indispensables para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso.
La Omega-3 forma parte de la familia de las grasas no poly saturadas esenciales que el cuerpo no puede fabricar, debe ser proporcionada por la alimentación: se encuentra esencialmente en los pescados. Se produce en muchos procesos vitales. En particular, desempeña un gran papel en la prevención cardiovascular. Se cuela la sangre, disminuye los riesgos de paro cardiaco, y permite reducir el tipo de los malos cholesterol LDL, preservando al mismo tiempo el buen HDL.
La Omega-3 estimula el sistema nervioso, y permite una regeneración de las células. El cuerpo tiene necesidad para su crecimiento y su buen funcionamiento. Desempeña un papel fundamental en el desarrollo del cerebro y la retina, así como en la formación y la movilidad de los espermatozoides, el reglamento del sistema hormonal y el antiinflamatorio.
La Omega-3 se produce en numerosos procesos bioquímicos del organismo y las membranas celulares: la regulacion de la tensión arterial, la elasticidad de las venas, las reacciones inmunitarias, antialérgicas, antiinflamatorios. Disminuye la agregación de las placas sanguíneas, por lo tanto el riesgo de una formación de coágulos, lo que reduce pues el riesgo de trombosis y accidente cardíaco. Su absorción , con ayuda de varias enzimas, hace una cascada de reacciones químicas permitiendo al cuerpo fabricar las sustancias primordiales para su buen funcionamiento.
En teoria, las mujeres deberían consumir 1,6 gramos de Omega-3 al día, y los hombres 2 gramos al día. ¡Estamos lejos, con menos de 0,5 a 1 gramo al día! En un reciente informe, la Agencia Española de Seguridad Sanitaria recomienda por otra parte aumentar nuestras contribuciones en Omega-3.
Es un excelente suplemento en caso Post Partum, o depression del embarazo.
La Omega-6 tiene como función de coagular la sangre, y procura que los tejidos musculares suaves se contraten fácilmente. Es útil para combatir el asma, protege las arterias y el corazón. Es un antiinflamatorio potente que estimula el sistema inmunitario.
Una contribución en omega-9 puede contradecir el efecto teóricamente cancerígeno de la omega-6, apoyar la prevención del cáncer, ayudar a las personas afectadas por diabetes de tipo II cuyo tipo de triglicéridos sanguíneos es elevado y que no tienen que perder pesos, y prevenir las disfunciones cardiovasculares.
Según el A.F.S.S., un cociente adecuado de Omega 3-6-9 tiene un impacto primordial en la salud cardiovascular de las poblaciones occidentales, reduce las enfermedades inflamatorio y aumenta el équilible emocional.
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